En la era de las relaciones digitales, donde un deslizamiento hacia la derecha puede significar el inicio de un romance y un “bloqueo” puede simbolizar el fin abrupto de una conexión, el ghosting ha emergido como un fenómeno social inquietante y cada vez más común.

El término “ghosting”, que se traduce literalmente como “convertirse en fantasma”, describe la práctica de cortar todo contacto con alguien sin previo aviso ni explicación, dejándolo en un estado de incertidumbre y confusión. Este comportamiento, si bien no es exclusivo del ámbito amoroso, ha encontrado en las relaciones románticas un terreno especialmente fértil.

Esta es, hoy día, casi la epidemia de la invisibilidad. Debido a la proliferación de aplicaciones de citas y redes sociales, las conexiones humanas se han vuelto más inmediatas, pero también más efímeras. A diferencia de los encuentros tradicionales, donde el círculo social o profesional podía obligar a una explicación o confrontación, el ámbito digital permite desvincularse de alguien con un simple clic.

Este anonimato y la facilidad de desaparición han hecho del ghosting una opción tentadora para quienes desean evitar conversaciones incómodas o enfrentamientos emocionales.Los estudios psicológicos sobre el ghosting sugieren que esta práctica puede tener efectos devastadores en la autoestima y salud mental de quienes la experimentan.

Y es que, el ser ignorado sin explicación activa las mismas áreas del cerebro relacionadas con el dolor físico, según investigaciones neurocientíficas. El rechazo percibido, combinado con la incertidumbre, puede provocar ansiedad, depresión e incluso desconfianza hacia futuras relaciones.

Nuevas formas de abandono: el glosario del desamor

El ghosting no es el único término que describe las dinámicas modernas de las relaciones. A continuación, presentamos un glosario de términos comunes que capturan la complejidad de las conexiones en la era digital:

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Razones detrás del Ghosting

Las motivaciones para el ghosting son diversas y a menudo están influenciadas por factores psicológicos y sociales. Algunos de los motivos más comunes incluyen: evitar el conflicto, falta de compromiso, inseguridad personal y desinterés progresivo.

El ghosting y otras prácticas de desconexión digital son síntomas de una cultura que valora la inmediatez y la conveniencia por encima de la profundidad emocional. Hablar abiertamente sobre el ghosting y otras formas de abandono moderno puede ayudarnos a comprender mejor estos fenómenos y a encontrar formas de construir conexiones más genuinas y respetuosas.

Por

Brigitte Hernández Escalona

Grupo Matices / @uncafecitoconbri