
Marzo es un mes de múltiples significados y Matices, es un tiempo de cambios y comienzos que nos invita a reflexionar sobre nuestra historia, nuestra educación y el papel fundamental de las mujeres en la sociedad actual. En este editorial, queremos destacar tres momentos clave de este mes: el reconocimiento a las mujeres que han dedicado su vida a la preservación del planeta, el inicio del ciclo escolar con sus innovaciones y desafíos, y la conmemoración del 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Mujeres y el compromiso con el planeta
Marzo es, sin duda, un mes que se escribe en tinta de mujer. Es un momento propicio para reconocer a aquellas mujeres que han luchado incansablemente por la preservación del medio ambiente y la construcción de un futuro sostenible. Desde científicas y activistas hasta educadoras y líderes comunitarias, muchas han dedicado su vida a proteger la naturaleza, denunciar injusticias ecológicas y promover prácticas sostenibles en sus comunidades.
En Argentina y en el mundo, nombres como Berta Cáceres, Greta Thunberg o Jane Goodall resuenan como símbolos de resistencia y amor por la Tierra. En nuestra Córdoba, también hay mujeres comprometidas con la causa ambiental, trabajando desde la educación, la investigación y la acción social para concienciar y movilizar a la sociedad.
Estas mujeres han llevado adelante proyectos de reciclaje, conservación de los bosques nativos, defensa del agua y lucha contra el cambio climático.Es fundamental visibilizar y apoyar estas iniciativas.
No solo porque representan un compromiso con la justicia ambiental, sino porque nos recuerdan que la protección del planeta es un esfuerzo colectivo, que necesita de la participación de todos, sin importar el género. La lucha ambiental no es solo una cuestión de ciencia o activismo; es una cuestión de derechos humanos y de equidad intergeneracional.
Educación y memoria
Marzo marca también el regreso a clases. Miles de niños y jóvenes retoman sus estudios en un contexto de cambios e innovaciones en la educación. La reforma escolar, la incorporación de nuevas tecnologías y la búsqueda de una educación más inclusiva y equitativa son temas centrales en este inicio del año lectivo. La educación es la clave para el desarrollo de una sociedad más justa y consciente, y es el espacio donde se forman ciudadanos críticos y comprometidos con el mundo que los rodea.
Sin embargo, para construir un futuro sólido, es esencial recordar nuestro pasado. El 24 de marzo es una fecha que nos convoca a la memoria, a la reflexión y al compromiso con la verdad y la justicia.
En Argentina, este día nos recuerda las heridas de la última dictadura militar, los derechos vulnerados y la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo por la restitución de la identidad de los desaparecidos. Es un día para renovar el compromiso con la democracia, con los derechos humanos y con la construcción de una sociedad donde el «Nunca Más» sea un principio inquebrantable.
La memoria y la educación deben ir de la mano. Los espacios educativos tienen la responsabilidad de transmitir la historia, no solo como un ejercicio de recordación, sino como una herramienta para prevenir la repetición de los errores del pasado.
Es en las aulas donde las nuevas generaciones pueden aprender el valor de la democracia, la importancia del respeto a los derechos humanos y la necesidad de construir un mundo más justo y equitativo.
Marzo nos invita, entonces, a la acción y a la reflexión. Nos recuerda que la lucha por la igualdad de género, la protección del ambiente y la defensa de la memoria histórica no son causas separadas, sino partes de un mismo compromiso con la vida y con el futuro. Que este mes nos encuentre moviéndonos por el ambiente, por la educación y por la justicia, con la convicción de que cada paso cuenta y cada voz suma en la construcción de un mundo mejor.
Equipo Revista Matices