Cada vez más, el planeta reclama nuestra acción y protección. Por lo tanto, el establecer metas personales ambientalmente responsables es crucial para tomar control sobre nuestro impacto en el planeta y contribuir a generar cambios significativos desde la base de la sociedad.

Cada acción individual, por pequeña que parezca, suma en la construcción de un mundo más sostenible. Por ejemplo, optar por reducir el consumo de plástico de un solo uso o elegir alimentos de proximidad no solo disminuye la presión sobre los recursos naturales, sino que también inspira a otros a replicar estas prácticas.

Además, fijarnos metas claras y alcanzables nos ayuda a mantenernos enfocados, medir nuestro progreso y ser más conscientes de nuestras decisiones diarias, creando un sentido de propósito que trasciende al ámbito personal y tiene efectos positivos en nuestra comunidad.

Metas ambientalmente responsables

¿Qué podemos hacer?

La transición hacia un estilo de vida sustentable puede parecer abrumadora, pero dividir las metas individuales y/o comunitarias en áreas específicas puede facilitar el cambio. Aquí hay algunas propuestas que pueden estar a tu alcance y dentro de tus metas para el 2025.

1. Reducir la huella de carbono personal

Tu sistema de transporte podría ser una meta para cumplir en el 2025. Optar por la movilidad activa (caminar o andar en bicicleta) o el transporte público siempre que sea posible. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el sector transporte es responsable del 24% de las emisiones globales de CO₂.

Por otro lado, optar por un consumo energético más responsable. Esto podría incluir el cambiar a energías renovables, como paneles solares, o reducir el uso de electricidad en el hogar.

2. Promotor del consumo consciente

Otra meta accesible es elegir productos con empaques reciclables y de marcas comprometidas con la sostenibilidad. Por ejemplo, disminuir el consumo de carne y lácteos, ya que la ganadería representa el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero según la FAO.

3. Reducir, reutilizar y reciclar

El principio de las 3R sigue siendo fundamental y podría ser una de tus metas este año. Un estudio reciente del Banco Mundial estima que los residuos sólidos urbanos alcanzarán los 3.400 millones de toneladas anuales para 2050, si no se adoptan estrategias de reducción.

4. Compensar emisiones

Involucrarse en programas de reforestación o comprar bonos de carbono puede equilibrar el impacto ambiental mientras se apoya la regeneración de ecosistemas.

Metas comunitarias

En tanto, las metas comunitarias también son necesarias para construir un cambio colectivo, ya que ganan más fuerza cuando se implementan a nivel comunitario. Aquí algunas ideas para 2025:

1. Agricultura regenerativa y huertas urbanas

Fomentar técnicas que restauren los suelos degradados y reduzcan el uso de productos químicos. En Córdoba, iniciativas como las huertas comunitarias en barrios urbanos han demostrado ser efectivas para mejorar la seguridad alimentaria y mitigar el impacto ambiental.

2. Movilidad compartida

Implementar sistemas de bicicletas públicas o compartir vehículos no solo reduce emisiones, sino que también promueve la conexión entre las personas.

3. Restauración de ecosistemas locales

Enfocarse en la recuperación de humedales, bosques o ríos urbanos es crucial para la conservación de la biodiversidad y la regulación climática.

4. Economía circular

Promover iniciativas que eliminen el concepto de “residuo”, priorizando el reciclaje, la reutilización y la prolongación del ciclo de vida de los productos, principios regidos por la economía circular.

¿Cómo medir tu impacto ambiental?

Finalmente, adoptar metas ecológicas para el nuevo año es solo el primer paso. Es igualmente importante medir el impacto de estas acciones para evaluar el progreso y ajustar estrategias. Algunas herramientas recomendadas son:

Recordemos que el desafío ambiental es inmenso, pero también lo es nuestra capacidad de adaptarnos y actuar. Al afrontar 2025 con metas claras, compromisos colectivos y una visión a largo plazo, podemos trazar un camino hacia un planeta más saludable. La sostenibilidad no es un destino, sino un viaje continuo que requiere la participación de todos. ¡Es momento de actuar!

Brigitte Hernández Escalona
Grupo Matices / @uncafecitoconbri