El cambio climático sigue mostrando su rostro más alarmante en los últimos meses. Según un informe publicado recientemente por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en el marco de la COP 29 en Bakú, el año 2024 podría convertirse en el más cálido jamás registrado. Según el organismo, entre enero y septiembre, la temperatura media global superó en 1,54 °C (±0,13 °C) los niveles preindustriales, reflejando un calentamiento transitorio impulsado por el fenómeno de El Niño y las persistentes emisiones de gases de efecto invernadero.

Estos datos oficiales advierten que el decenio 2015-2024 será recordado como el más cálido de la historia, con evidentes señales de alarma en todos los sistemas climáticos del planeta. Estos reflejan un aumento sostenido de la temperatura de los océanos, así como la rápida desaparición de los glaciares y los reportes científicos que advierten el impacto del cambio climático en los ecosistemas naturales y entornos urbanos.

En consecuencia, durante los últimos diez años se ha sido testigo de un incremento sin precedentes en las temperaturas globales. Pese a que faltan pocas semanas para finalizar el 2024, se prevé que los océanos continuarán acumulando calor, con registros comparables a los niveles récord alcanzados en 2023.

“Este fenómeno está vinculado directamente al aumento del nivel del mar y al deterioro acelerado de los glaciares, particularmente en regiones como Suiza, donde el volumen de hielo ha reducido”, indican los reportes de la OMM.

¿Qué significa superar el umbral de 1,5 °C?

Aunque se ha superado transitoriamente el umbral de 1,5 °C, esto no implica que el objetivo del Acuerdo de París haya fracasado. Sobre ello, la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, aseguró en el boletín oficial que “el calentamiento a largo plazo debe promediarse a lo largo de décadas para evaluar si los niveles establecidos en el acuerdo se han superado de manera definitiva”. Sin embargo, advierte que cada fracción de grado adicional tiene consecuencias significativas: “Cada incremento exacerba los extremos climáticos y los riesgos asociados”, dijo Saulo.

La realidad actual refleja un aumento de las temperaturas no solo en términos globales sino también en fenómenos climáticos específicos, como ciclones más intensos, lluvias torrenciales e incendios forestales devastadores.

Por otro lado, el informe de la OMM destaca que las concentraciones de dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y óxido nitroso (N₂O) continúan en ascenso, alcanzando niveles récord en 2023 y 2024. El dióxido de carbono, principal responsable del calentamiento global, ha experimentado un aumento del 51% desde la era preindustrial, alcanzando las 420 partes por millón en 2023. Estos gases actúan como una trampa de calor en la atmósfera, lo que amplifica el efecto invernadero y contribuye al calentamiento de los océanos, que absorben el 90% del calor acumulado en el sistema terrestre. Este calentamiento, además de ser irreversible en plazos de siglos, acelera la expansión térmica de los océanos y el deshielo de los polos, provocando una peligrosa subida del nivel del mar.

Aunado a ello, se registran descensos importantes en el volumen de los glaciares y la disminución del hielo marino, los cuales pierden masa a un ritmo alarmante. Estos cambios no solo alteran los ecosistemas locales, sino que también afectan a millones de personas que dependen de los recursos hídricos derivados de los glaciares.

En consecuencia, los fenómenos climáticos extremos están dejando una huella profunda en las comunidades de todo el mundo. Según el informe, las lluvias torrenciales, las sequías prolongadas y las olas de calor están aumentando tanto en frecuencia como en intensidad, afectando la seguridad alimentaria, exacerbando las migraciones y causando enormes pérdidas económicas.

Regiones vulnerables, como pequeñas islas y países en desarrollo, son las más afectadas, con impactos desproporcionados en poblaciones vulnerables. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, subrayó que “la catástrofe climática desgasta la salud, agudiza las desigualdades y socava la paz”, puntualizó Guterres en su intervención en la COP 29.